Es muy común en cualquier hogar las quejas por la falta de espacio y de armarios en la cocina, aunque, sin embargo, existen muchas ideas que nos pueden ayudar a solucionarlo echándole un poco de imaginación y aprovechando cada hueco libre.
Y precisamente en esta última cuestión se basa el trabajo que hoy os propongo, que he encontrado en la web Learning to be me, que, como veis, se trata de un pequeño armario para las especias, latas de conserva.. y que aprovecha el pequeño hueco libre que queda entre el frigorífico y la pared.
Así, nosotros mismos podemos llevar a cabo la elaboración de este proyecto. Para ello, lo fundamental será tomar lasmedidas tanto de alto como de ancho, para intentar ajustar nuestro mueble al máximo. Después, deberemos dividir la altura, para calcular el número de estantes que podemos colocar. Con estos datos podemos acudir a una carpintería o almacén de bricolaje a comprar los tablones de las medidas exactas.
De este modo, la unión entre los listones que marcarán la estructura la podemos realizar con tubillones y cola de carpintero, para impedir que queden a la vista los tornillos. En cuanto a los estantes, podemos colocarlos con el mismo tipo de ensambles, con tornillos, o colocando debajo de cada uno cuatro pequeños soportes, dos a cada lado, para que se sostenga sobre ellos. Para ello, por ejemplo, podemos emplear también tubillones. Así, el principal inconveniente de esta última opción es conseguir que los cuatro queden exactamente a la misma altura, para evitar que la balda o estante queden inestables.
Después, para evitar que los botes caigan, podemos realizar dos pequeños agujeros en los laterales, unos centímetros por encima de cada estante, e introducir por cada uno de ellos una varilla que hará de tope.
Por el lado contrario, colocaremos un tablero de contrachapado, que irá sujeto con clavos. Aunque también tenemos la opción de colocar en ambos lados las varillas.
Por último, añadiremos dos ruedas y un tirador, para poder manejarlo mejor.
Cómo cultivar kiwi desde la semilla
a//el cultivo del kiwi a partir de las semillas de los ejemplares que consumís en casa a modo de divertimento o experimento pues se necesitará mucho tiempo y ciertas precauciones para llegar a consumir los frutos de las plantas que hayas logrado desarrollar a partir de aquellas semillas. Será una fantástica experiencia para desarrollar en compañía de vuestros hijos.
Y ello debido a que el kiwi o Actinidia deliciosa es una planta dioica o unisexual. Por lo tanto cuando se cultiva es necesario plantar al menos una planta macho cada cinco plantas hembra, sólo así se pueden obtener los frutos. Además se tardará bastante, unos cinco años desde la semilla a que la planta fructifique por primera vez.
Bien, necesitaremos un kiwi, mejor si es de cultivo orgánico así nos garantizamos de que las semillas serán viables.
Como sabéis las semillas del kiwi son diminutas así que será un poco laborioso separarlas del fruto pero con un poco de paciencia se puede lograr. Usaremos una taza de agua para ir echando en ella las semillas y limpiarlas con el agua del grifo con cierta presión. Habrá que colocar un paño debajo o nos quedaremos sin semillas. Después volveremos a colocar las semillas en la taza con agua tibia y las dejaremos ahí durante una semana, hasta que veamos que se abren. La taza deberá estar en un lugar cálido y cambiaremos el agua todos los días para evitar la reproducción de bacterias.
Después colocaremos las semillas sobre unas toallas de papel humedecidas y las cubriremos con un envase de plástico transparente. Es preferible que el envase tenga algunos orificios o dejar alguna rendija en la base para que circule el aire. En un par de días en este invernadero casero habrán brotado y será el momento de continuar con la siguiente fase.
Las semillas germinadas tendrán este aspecto y tendremos quer prepararles una buena zona de cultivo para que sigan prosperando.
Rellenamos la maceta o macetas, ya que podemos sembrar una semilla en cada maceta o varias en una misma. Cubrimos con una ligera capa de sustrato y humedecemos con una botella de agua con spray. Colocaremos la maceta en un lugar cálido, soleado y sin corrientes de aire. Cubrimos la maceta con plástico o el envase que usamos anteriormente al menos hasta que veamos las primeras hojitas.
Cuando la planta comience a madurar las hojas tendrán este aspecto. En primavera puedes trasplantarlas al exterior si vives en una zona templada, el kiwi resiste bastante bien el frío, hasta -18ºC y deberás prepararle unos soportes pues es una planta trepadora. Y no te olvides de plantar hembras y machos en la proporción arriba.
b-
Cómo reproducir rosales por esquejes en bolsas de plástico
c la reproducción de los rosales por esquejes. En esta ocasión queremos mostraros otra experiencia que os puede ir muy bien para multiplicar vuestros rosales. Sobre todo si vivís en zonas geográficas con temperaturas muy bajas. Podréis comenzar en otoño la reproducción de los esquejes sin ningún problema ya que lo haremos en interior.
Con algo tan habitual en casa como las bolsas para congelar tenéis todo el material necesario. Debéis recordar también que al cortar los esquejes debéis elegir ramas que hayan dado flor ese año y que tengan un grosor de entre 6 y 10 mm.
Las ramas que han dado flor conservan más fuerza y energías que las que no lo han hecho, energías que podrán utilizar ahora para echar raíces. Bien cortaremos esquejes de unos 20-25 cm de longitud y con los dos extremos cortados en bisel. Quitaremos la mayor parte de las hojas para evitar la pérdida de agua por transpiración.
En una bolsa plástica de las que usamos para congelar alimentos colocaremos un poco de nuestro sustrato habitual para rosas y lo humedecemos con un poco de agua, la justa para mojar el sustrato pero sin que veamos encharcamiento. Aplicaremos hormona de enraízamiento en el extremo inferior de la estaca y la clavaremos en la tierra de la bolsa. Antes de cerrar la bolsa vaporizamos un poco de agua sobre el esqueje.
Dejaremos nuestros mini invernaderos en un lugar tranquilo y cálido. Y a esperar, algunas variedades echarán raíces a los ocho días y otras en cambio tardarán hasta tres meses. A unas les brotarán muchas hojas y otras en cambio no echarán ni una. El resultado es muy variable dependiendo de la variedad de rosal que reproduzcamos.
Lo bueno de este método es que veremos con nuestros propios ojos la evolución de las raíces en las bolsas de plástico.
Y cuando lo consideremos oportuno, según el desarrollo de las raíces, podremos proceder a transplantar nuestros nuevos rosales a una maceta.
Al cabo de un año aproximadamente vuestros esquejes presentarán este estado. Estarán listos para que los podáis transplantar a su lugar definitivo. Por último recordaros que cualquier variedad de rosal se puede reproducir por esquejes pero no siempre es lo más recomendable. Los profesionales suelen reproducir por esquejes sólo los rosales silvestres que servirán de base para posteriores injertos. Ello se debe a que los pies de los rosales silvestres son más resistentes a las enfermedades y a las inclemencias climatológicas.
Cómo hacer estanterías con cajas de fruta
recurrimos a las cajas de fruta como materia prima para elaborar una original, creativa y práctica estantería para cualquier rincón de la casa (cocina, recibidor, despacho...). Así, una de las principales ventajas de este tipo de materiales es que la madera suele estar sin tratar, por lo que su tratamiento será muy sencillo. En principio, el trabajo consistirá en los siguientes pasos:
- El primer paso y fundamental será el lijado, pues lo normal es que no estén en muy buen estado y tengan alguna astilla. En función del estado de la madera usaremos una lija más fina o más gruesa, aunque lo normal es que con un papel de lija de grano fino sea suficiente.
En el caso de que queramos dejar las cajas en el tono de la madera, con una capa de barniz final, emplearemos lijas más gruesas para eliminar la pintura, letras o marcas que tenga la caja.
- Por otro lado, algunas cajas de la fruta están unidas mediante grapas, lo que no solo resulta antiestético, sino que, además, puede provocarnos algún daño si se usa de forma habitual como estante, archivador... Por ello, lo que podemos hacer es extraer las grapas y unir la caja con clavos, que son mucho más sencillos de disimular.
- A continuación, en caso de ser necesario repararemos los posibles desperfectos que pueda tener la caja, como arañazos, picotazos... Para ello podemos emplear masilla para madera, que aplicaremos con ayuda de una espátula. Después, una vez seca, tendremos que volver a lijar para reparar.
- Fundamental también es que las cajas tengan un buen nivelado, es decir, que al poner unas sobre las otras no cojeen. En caso contrario, deberemos nivelarlas una a una, bien lijando o bien incorporando altura en alguno de los lados, por ejemplo, incorporando una pequeña pieza de contrachapado bajo la caja para estabilizarla.
- Cuando ya las tenemos todas listas, procederemos a pintarlas. No será necesario aplicar una imprimación pues, como hemos dicho, se trata de madera sin tratar. Así, podemos emplear esmaltes acrílicos.
- Por último, iremos probando diferentes opciones hasta dar con el resultado deseado. Lo normal es que con el propio peso de las cajas se sostengan bien y no sea necesario unirlas, lo que facilita la tarea de ir renovando cada cierto tiempo la estructura de la estantería.
Foto: facilisimo.com/May_flo
Sin embargo, si queremos asegurar bien el mueble, podemos reforzar la unión con clavos o cola de carpintero. Además, también podemos fijarlas a la pared, para que no se tambaleen. O, siguiendo el ejemplo de Nashsa, cuadrarlas todas en una estructura perfecta, unirlas en la parte superior con una tabla de madera que haga de encimera, y colocar ruedas en la parte superior para hacerla más transportable. Además, en la parte inferior también podemos poner una tabla que ocupe todo el ancho de la estantería para mejorar la estabilidad.
Otra posibilidad es colgarlas en la pared. Para ello, si son cajas pequeñas que no van a soportar mucho peso, nos servirá la cinta de doble cara de alta resistencia.
Otras ideas para reciclar cajas
Podemos decorarlas con todo tipo de técnicas y emplearlas, por ejemplo, como bandejas, tal y como realizó Cllivia.
Otra opción es colgarla de la pared a modo de estante. Así es como lo hizo Cosasmias27.
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una fuente de agua para tu jardín
Una fuente es un gran elemento decorativo para el jardín. En muchos estilos de jardinería no se concibe nunca un jardín sin una fuente que aporte todas las ventajas que el agua con su movimiento y sonido aporta a la decoración del jardín. Sólo con su visión uno ya se siente como más relajado y percibe incluso la sensación de frescura. Veamos la manera de crear una espléndida y decorativa fuente para nuestro jardín.
Una tinaja de cerámica vidriada nos aportará brillo y color creando la sensación de que el agua se derrama por los lados cuando en realidad no es así. No podemos decir que sea un trabajo económico pues no es así, en cambio resulta de gran belleza.
Materiales:
- tinaja de cerámica
- tapones de goma
- taladro
- sellador de silicona
- cuchillo
- kit completo de bomba eléctrica para fuentes de ciclo cerrado
- cubo de plástico
- cantos rodados o similar
Lo primero será tapar los orificios de drenaje que presente la tinaja, para ello lijaremos los bordes y los taparemos con tapones de goma. Añadiremos sellador para evitar fugas de agua. En uno de los tapones practicaremos un orificio por el cual pasaremos el cable de la bomba.
En un cubo de plástico de tamaño proporcional a nuestra tinaja o maceta practicaremos unos orificios de drenaje en el fondo. Después lo colocaremos en el fondo de la tinaja cerámica y sobre él instalaremos la bomba de agua.
Lavamos bien los cantos rodados o la piedra que usemos para rellenar la tinaja y la colocamos dentro de ésta para que cubra toda la tinaja hasta unos 10 o 15 cm del borde superior. Graduamos la salida de agua de la bomba a la altura que consideremos oportuno.
Y ya podemos conectar la bomba de agua a la corriente eléctrica. Tendremos una estupenda fuente de agua en nuestro jardín que atraerá por igual a niños que a pájaros silvestres.
Cuatro plantas exóticas de interior
Uno puede dar vida y energía a su hogar a través del cultivo de plantas de interior. A menudo se teme que las plantas exóticas sean muy difíciles de cuidar y que nunca prosperen en interior. Esto es un mito, estas plantas necesitan cuidados y tienen ciertas necesidades especiales, aunque no más que otras plantas más conocidas. Un poco de paciencia y cuidado es todo lo que necesita para añadir un toque de exotismo a su hogar.
La Aphelandra squarrosa o planta cebra tiene llamativas hojas de color verde esmeralda con venas blancas que se asemejan considerablemente a las rayas de una cebra. Tiene brácteas que producen una nube de brillantes flores amarillas que, a pesar de que sólo duran unos pocos días, son memorables. La planta crece en los bosques húmedos de Brasil, pero puede crecer bien en casa si se le proporciona suficiente humedad. Limpie las hojas regularmente con un paño húmedo para mantener su brillo y esplendor.
La Alocasia amazonica, conocida como orejas de elefante, el follaje de esta planta es brillante, de color verde oscuro y verde plateado en las venas. Las flores son bastante insignificantes, pero el follaje compensa por ello. Al igual que la planta cebra también necesita mucha humedad. La nebulización regular de las hojas tiene un propósito doble, añadir humedad y mantener la planta libre de los ataques de la araña roja. Sin embargo se ha de plantar en una maceta con agujeros de drenaje para evitar la pudrición de la raíz.
Lo mejor de la orquídea mariposa (Phalaenopsis especies) es que es muy fácil de cultivar en interior. También conocida como la “orquídea para principiantes”, crece como epifita en otros árboles y ramas. De hecho, cuando se planta en maceta, los brotes tiernos se alejan de la planta como si buscaran algo a lo que sujetarse.
El cactus de Navidad (Schlumbergera truncata) viene de Brasil y tiene tallos que se asemejan a las garras de los cangrejos. Es un espectáculo fascinante y hermoso verla en todo su esplendor con sus grandes flores rojas, blancas, rosadas o incluso de dos colores. Es sensible a los cambios bruscos de temperatura.
Dos mesas de mosaico, paso a paso
La cerámica de los azulejos reúne virtudes excepcionales: dureza extrema, colores luminosos, resistencia al calor y a los productos químicos, nula porosidad. En otras palabras, los vistosos azulejos son casi inmunes al sol, los golpes y los rasguños, se limpian con toda facilidad, y conservan largos años su flamante apariencia. Estamos ante el material perfecto para una mesa de jardín.
Los azulejos pueden colocarse enteros, como vimos en otro reportaje, o bien troceados formando un mosaico. Estos adornos quedan muy bien en paredes, columnas, suelos, y desde luego también en muebles como las mesas. Así lo demuestran nuestra lectora Inexperta y su marido, que han convertido en artículos de lujo dos humildes mesas abandonadas.
Inexperta nos cuenta que encontraronen la escombrera “unas mesas de tijera viejísimas”. Para hacerles el sobre nuevo, cortaron tablero DM a la medida.
Con azulejos varios, también rescatados de la basura, recortaron teselasde colores, que fueron clasificando en una repisa.
Dibujaron el esquema de lo que cada uno pensaba hacer, Inexperta un pez y su marido una espiral. Presentaron las piezas sobre el DM, alternando los colores.
El dibujo de la espiral se completó con unas piezas alargadas a modo de marco. El pez de Inexperta llevaba dos azules distintos, uno para el mary otro para el cielo.
Pegaron las teselas con cola, y añadieron cantoneras en ambas mesas. Después mezclaron cemento blanco y agua para rejuntear entre las teselas.
En el centro de la espiral colocaron la baldosa de un castillete, también hallada en la fértil escombrera.
Y aquí tenemos el deslumbrante resultado. Después de una mano de aceite de linaza, las mesas están listas para prestar servicios. ¡Enhorabuena!
?Tienes alguna mesita vieja abandonada en el trastero, algún velador pendiente de tunear? Vamos a explicarte un método fantástico para que lo conviertas en la pieza más alegre y luminosa de tu casa: revestirlo con un mosaico de azulejos, procedimiento muy de moda en la decoración de terrazas, porches, áticos y jardines.
Nuestro lector Pinturas nos enseña la manera sencilla de adornar una mesita con azulejos de gresite, formando un atractivo mosaico. Fáciles de limpiar, muy resistentes, y de vivos colores, esos pequeños cuadrados de cerámica suelen utilizarse en las piscinas, y son ideales para componer dibujos multicolores en el tablero de una mesa. !Nos situamos al lado del artista para no perder detalle!
Preparación del dibujo
Nuestro amigo Pinturas empezó dando a la mesa una imprimación selladora. Seguidamente, hizo los círculos del diseño sobre el tablero de la mesa, que vemos pintado de blanco, presentando las piezas del mosaico y cambiando los colores de las teselas según avanzaba. Los cuadrados miden 1 cm de lado, y pueden comprarse en mallas para revestir superficies grandes.
Aplicación de cemento blanco
El cemento cola seca con rapidez al aire libre en los días soleados de primavera. Llega el momento de extender la lechada de cemento blanco hasta ocultar bien todo el dibujo. Cuando este producto ha secado, basta lijar con un estropajo para que aflore el mosaico, inserto en una luminosa trama blanca.
La bonita mesa ya está casi terminada, y sólo falta poner a tono las patas de madera. Nuestro amigo Pinturas les dio untinte azul, terminando con una mano de tapaporos y dos manos de goma laca. En la foto inicial podemos apreciar el magnífico resultado conseguido. ?Te animas a seguir el ejemplo del artista?
Organizadores con cajas recicladas
Que levante la mano a quien no se haya vuelto loco alguna vez tratando de ordenar los mil cachivaches con los que nos vamos juntando!!
Mantener el orden total en una casa es un gran desafío, pero con las herramientas necesarias y un poco de constancia, es posible.
Estas cajas recicladas son perfectas para guardar en ellas los pequeños juguetes, piezas, pinturas, coches de los peques de las casas. Pero también son súper útiles en habitaciones para guardar cinturones, fulares, ropa interior... O en las zonas de trabajo para documentos, material de oficina, cables...
Podemos utilizar cajas de zapatos o de cualquier otro producto que compremos (aquí no se tira nada!). Lo mejor, es que no tienen porque tener todas el mismo tamaño. Una composición de cajas diferentes quedará muy divertida!
Vamos al lío!
¿Qué necesitamos?
Mantener el orden total en una casa es un gran desafío, pero con las herramientas necesarias y un poco de constancia, es posible.
Estas cajas recicladas son perfectas para guardar en ellas los pequeños juguetes, piezas, pinturas, coches de los peques de las casas. Pero también son súper útiles en habitaciones para guardar cinturones, fulares, ropa interior... O en las zonas de trabajo para documentos, material de oficina, cables...
Podemos utilizar cajas de zapatos o de cualquier otro producto que compremos (aquí no se tira nada!). Lo mejor, es que no tienen porque tener todas el mismo tamaño. Una composición de cajas diferentes quedará muy divertida!
Vamos al lío!
¿Qué necesitamos?
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Cajas de cartón
Una rotuladora o etiquetas (mucho más económico :D)
Papel decorativo (siempre a juego con el resto de la decoración)
Tiras de cuero
Encuadernadores metálicos
Tijeras
Un punzón
Pegamento en barra (para papel)
¿Por donde empezamos?
Paso 1
Lo primero será recortar el papel que hayamos elegido.
Podemos medir la caja o colocarla sobre el papel y recortarlo.
Debemos hacer cortes desde las esquinas de la caja tal y como se ve en la imagen para que éstas queden perfectas. Si os fijáis, en las partes largas de la caja, el papel es un poco más largo ( lo mismo con el alto). El nuestro debe quedar igual, al doblarlo nos ayudará a tapar bien las esquinas para que la caja quede forrada por completo.
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Paso 2
Empezamos a pegar! Ponemos pegamento primero sobre la parte más larga de la caja (por el tema de las esquinas). Lo pegamos bien evitando burbujas de aire y presionamos para que quede bien pegado.
Hacemos lo mismo con la "otra parte larga", doblando el sobrante sobre la parte más estrecha de la caja y luego pegamos los dos lados que quedan. (En la imagen se ve perfecto).
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Paso 3
Cortamos las esquinitas hacia arriba para poder doblarlas hacia el interior de la caja. Así quedará mucho más profesional :D
Paso 4
Hacemos lo mismo con la tapa. (Recordar dejar un poco de sobrante para las esquinas y el interior).
Paso 5
Cortamos una tira de cuero de la medida que más nos guste. También podemos usar cuerda o lanas trenzadas. Lo importante es que sea un material un poco resistente.
Con el punzón, hacemos unos agujeros en la tira y en la caja. (Hacerlos un poquito más bajos del centro de la caja, porque la tapa la hará más pequeñita y así quedarán centrados)
Pasamos los encuadernadores por los agujeros y abrimos las patitas en el interior de la caja. Deben quedar bien pegaditos a la caja para que no cedan.
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Paso 6
Hacemos un cartel mono con la rotuladora, con pegatinas o con un folio y lo pegamos en el lateral de la tapa de nuestra caja.
Y listo! Ya tenemos nuestra caja lista para llenarla de tesoros.
Podemos hacer tantas como necesitemos. Cuando veáis lo prácticas que son no volveréis a tirar una caja de cartón.
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Cómo pintar la pared a rayas horizontalesPaso 1
Lo primero será recortar el papel que hayamos elegido.
Podemos medir la caja o colocarla sobre el papel y recortarlo.
Debemos hacer cortes desde las esquinas de la caja tal y como se ve en la imagen para que éstas queden perfectas. Si os fijáis, en las partes largas de la caja, el papel es un poco más largo ( lo mismo con el alto). El nuestro debe quedar igual, al doblarlo nos ayudará a tapar bien las esquinas para que la caja quede forrada por completo.
Paso 2
Empezamos a pegar! Ponemos pegamento primero sobre la parte más larga de la caja (por el tema de las esquinas). Lo pegamos bien evitando burbujas de aire y presionamos para que quede bien pegado.
Hacemos lo mismo con la "otra parte larga", doblando el sobrante sobre la parte más estrecha de la caja y luego pegamos los dos lados que quedan. (En la imagen se ve perfecto).
Paso 3
Cortamos las esquinitas hacia arriba para poder doblarlas hacia el interior de la caja. Así quedará mucho más profesional :D
Paso 4
Hacemos lo mismo con la tapa. (Recordar dejar un poco de sobrante para las esquinas y el interior).
Paso 5
Cortamos una tira de cuero de la medida que más nos guste. También podemos usar cuerda o lanas trenzadas. Lo importante es que sea un material un poco resistente.
Con el punzón, hacemos unos agujeros en la tira y en la caja. (Hacerlos un poquito más bajos del centro de la caja, porque la tapa la hará más pequeñita y así quedarán centrados)
Pasamos los encuadernadores por los agujeros y abrimos las patitas en el interior de la caja. Deben quedar bien pegaditos a la caja para que no cedan.
Paso 6
Hacemos un cartel mono con la rotuladora, con pegatinas o con un folio y lo pegamos en el lateral de la tapa de nuestra caja.
Y listo! Ya tenemos nuestra caja lista para llenarla de tesoros.
Podemos hacer tantas como necesitemos. Cuando veáis lo prácticas que son no volveréis a tirar una caja de cartón.
El dormitorio es uno de los espacios de la casa más personales, un lugar dedicado a la intimidad y al descanso de las personas que lo habitan. Es por esa razón que la decoración del mismo debe cubrir las necesidades y satisfacer los gustos de sus dueños.
De este modo, podemos contar con todo tipo de ideas que nos hagan definir cada uno de los estilos, desde las más clásicas, pasando por los diseños más discretos y sencillos y terminando por decoraciones más arriesgadas y llamativas, que innovan, por ejemplo, en la decoración de las paredes. Y precisamente para cubrir este último caso tenemos el tutorial que hemos encontrado en este post.
Se trata, como veis, de decorar la parte de la pared que corresponde al cabecero y que, por lo tanto, está delimitada por el ancho de la cama, con rayas horizontales con efecto degradado. Para ello necesitaremos:
1 Cinta de carrocero ancha y estrecha
2 Rodillos de pelo corto y bandejas
3 Pintura de diferentes tonos de un mismo color o bien pintura del color base y de color blanco.
4 Tiza para marcar
5 Plásticos y cartones para cubrir el suelo
De este modo, empezaremos limitando la zona en la que irán las rayas tomando como guía el cabecero, marcando dos líneas verticales con la tiza del suelo al techo. Después, mediremos la altura para extraer lo que debe medir cada línea (en este caso el tamaño va de mayor a menor, coincidiendo con los colores de más oscuro a más claro).
Ya con las medidas marcaremos con la tiza las líneas horizontales, y comenzaremos a cubrir con la cinta de carrocero, ancha para las líneas verticales y estrechas para las que dividen cada raya de color. Después, con una toallita húmeda quitaremos los restos de tiza.
Después cubriremos bien los enchufes, los rodapiés, el borde del techo y el suelo y ya podremos empezar a pintar.
A la hora de pintar en tonos degradados, podemos optar por comprar cada una de las tonalidades o, por el contrario,realizar los colores a partir del color base y el color blanco. De este modo, las proporciones podrían ser:
1ª Raya: 100% color
2ª Raya: 75% color 25% blanco
3ª Raya: 50% color 50% blanco
4ª Raya: 25% color 75% blanco
5ª Raya: 100% blanco
Así, en este vídeo tenéis todas las explicaciones:
Por María Pintado
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